Esencialmente, el CDR se crea clasificando y separando materiales de desecho como plásticos, papel, textiles y materia orgánica, del flujo general de residuos para obtener el mayor valor calorífico posible. A continuación, estos materiales se trituran en trozos minúsculos con equipos especializados. Esto se hace para obtener un producto lo más homogéneo posible.
El CDR puede utilizarse como sustituto de los combustibles fósiles tradicionales en diversas aplicaciones. Algunos ejemplos son la generación de energía en centrales eléctricas, calderas industriales y hornos de cemento. El RDF se considera una forma medioambientalmente sostenible de reducir los residuos y generar energía útil.
Además de un almacenamiento y un transporte cómodos, el empacado de CDR evita que el material se desprenda, los olores y la contaminación, ofreciendo la mejor fuente de combustible posible al cliente final. El material es muy empacable, y cada vez hay más consultas relacionadas con el empacado de CDR.